¿Qué puedo hacer con un año?

Como ya os conté hace unos días en este post, los niños a partir de los doce meses son más autónomos e independientes y comienzan a explorar por sí mismos como nunca antes habían hecho.
Para ello me gustaría que tuvierais en cuenta que siguen siendo peques o bebés, aunque empiezan a descubrir que son capaces de realizar muchas cosas con ayuda o al menos pueden tratar de intentar hacer tareas que antes eran impensables.
Cuando nos encontramos con peques de cuatro o cinco años que no han tenido la independencia o la libertad de realizar acciones o escoger por sí mismos (se sobreentiende que con ayuda), es porque se les ha sobre protegido o no se les ha dado la oportunidad de realizar el proceso de autonomía gradualmente, sino que de un día para otro el adulto encuentra que tiene un niño que podría realizar cositas solo y ahora tiene que comenzar de cero a esta edad tardía.
Y os preguntareis, ¿pero qué puede hacer un niño de un año, si es aún un bebé?
Yo os propongo que empecéis a involucrarle en las tareas del día a día en casa, siempre con ayuda y con sentido común, sabiendo que hay cosas peligrosas para él y que ni con ayuda podrá hacer.
Algunas de estas habilidades son:
– Ya puedo quitarme algunas prendas de ropa solito, como los calcetines, belcros, el gorro, ayudar a sacar brazos y piernas de la ropa…
– Puedo identificar vocabulario básico de mi entorno, como personas de la familia (papá, mamá, abuelo, abuela, tía…), juguetes (pelota, muñeca, cocinita o lo que use para jugar), objetos cotidianos (mesa, silla, carro, chupete, agua, comida…), acciones (ven, toma, dame, coge, come, bebe, juega, sienta, duerme…), espacios (casa, calle, cocina, baño, coche…) y mucho más.
– Puedo comprender órdenes sencillas y seguirlas. «Dame la pelota», «coge el muñeco del suelo», «quítate el zapato», «siéntate», etc.
– Puedo comenzar a ser consecuente con mis actos, es decir a guardar tras sacar, a coger algo que tiro al suelo, a llevar la ropa al cesto de la lavadora, a sacar mi cuchara para comer…
– Puedo comer solo, con mis manos, a mi manera, aunque me ensucie, pero puedo. Debemos dejar que experimenten esto para que aprendan  comer solitos más adelante con cubiertos, pero dándoles su tiempo.
– Puedo beber de mi vaso con boquilla sin ayuda.
– Puedo caminar sin ayuda cortas distancias y cada vez más largas.
– Puedo ayudar en el momento del baño, enjabonándome el cuerpo con ayuda y así conociendo mejor mi cuerpo según me nombran sus partes.
– Puedo garabatear en un papel, empezando a coger una pintura y tratando de seguir líneas como las que hace el adulto.
– Soy capaz de hacer encajes sencillos, ensartar aros en un soporte, poner piezas pequeñas en una base, meter monedas en una hucha, coger piezas pequeñas con la pinza digital…
– Puedo lanzar una pelota tras un modelo, o tratar de chutarla o rodarla a alguien.
– Puedo entender prohibiciones y llevarlas a cabo.
– Puedo permanecer en una misma actividad más tiempo que antes, realizando algo desde principio a fin con ayuda y motivación.
– Puedo ver un cuento con ayuda del adulto, tocando y pasando sus páginas.
Y además de esto miles de cosas más, ya que cada peque es único y diferente, y podrá hacer unas cosas u otras dependiendo de los hábitos que tenga y su entorno.
Esto son sólo algunos ejemplos de lo que podemos hacer con un niño de un año, empezando a hacerle más autónomo y consciente de su realidad.
Sobre todo quiero que tengáis en cuenta que cuando me refiero a un peque de un año, es desde los doce meses hasta los veinticuatro. Ya que cada uno lo realizará en una edad y un momento diferente.
Como siempre me gusta deciros, el desarrollo de cada niño es único y no debemos adelantarnos al momento que cada uno vive. Todo llegará y hay tiempo para todo.
Ahora sólo os queda disfrutar de vuestro bebé grande un añito.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.