Extraescolares ¿cuál escoger?

Con la llegada de octubre son muchos los niños y niñas que comienzan sus actividades extraescolares, teniendo un abanico cada vez más amplio donde elegir.

Y aquí nos surge la gran duda ¿qué actividad es mejor para mi hijo o mi hija? ¿Cuál es la actividad ideal para fomentar diferentes aptitudes? ¿Cómo escoger la extraescolar perfecta? ¿Qué buscamos en una extraescolar?

Es importante priorizar sobre varios aspectos fundamentales como por ejemplo, qué le gusta a nuestra hija o hijo, escuchar sus gustos y preferencias, permitir escoger, buscar la diversión, la creatividad y el enriquecimiento personal, mejorar aptitudes en las que nuestro hijo o hija es bueno y puede destacar, etcétera.Se trata de dar alas a nuestros hijos y sacar lo mejor de ellos y ellas en su tiempo libre o de ocio.

Os cuento paso a paso cómo escoger una extraescolar de manera adecuada en este artículo en colaboración con VOGUE, además de conocer qué aspectos debemos tener en cuenta y que es lo que necesitan los niños y niñas al desarrollar una actividad extraescolar.

Y ante todo os parezco unas claves esenciales para saber cómo podemos escoger una actividad respetando los deseos de nuestros hijos e hijas y descubriendo en qué debemos poner el foco a la hora de escoger una actividad u otra.

Y tú, ¿estás inmerso en este momento? ¿Crees que es importante saber escoger bien una extraescolar? ¿Cuentas con la opinión de tus hijos o hijas?

Conociendo el cuerpo humano jugando

Los niños poco a poco van descubriendo el mundo y esto incluye descubrirse a uno mismo y a los demás.
Es curioso verles y observarles y sentir cómo comienzan a coger sus manos, sus pies, a chuparlo todo, a llevarse las cosas a la boca para conocerlas, a tocarse y sentir su entorno, a explorar, a moverse, y a descubrir sobre todo a través de sus sentidos.

En este aprendizaje el cuerpo es esencial; sus estímulos, la percepción del tacto, los sentidos, cómo aprender a manipular, tocar, nombrar… todo ello es un conjunto de aprendizajes que nos hace ir adquiriendo experiencias e ir descubriendo el mundo de manera única y diferente.

Por esto mismo, el desarrollo del cuerpo humano, sus partes, cómo está formado o para qué sirve cada una de ellas, es algo que considero esencial trabajar desde pequeños.

Nosotros trabajamos esto con varios materiales, como son los cuentos, los puzzles, los encajes o alguno concreto como este juego que os traigo hoy: “Cómo funciona mi cuerpo».tempSe trata de un material compuesto por un tablero imantado y un libro donde ver, tocar y aprender todo lo necesario, imprescindible y más relevante del cuerpo humano.

En el libro podemos encontrar datos súper interesantes sobre el desarrollo del cuerpo humano. Cómo nos formamos, el funcionamiento de los distintos órganos del cuerpo, el aparato respiratorio, el aparato digestivo, el cerebro, la piel, la vista, el gusto, el olfato, los músculos o los huesos, entre otros.temp (1)En él aparecen datos anecdóticos y curiosos que fomentan el interés y la atención del niño o la niña, haciéndoles partícipes de su aprendizaje y fomentando la curiosidad, y la búsqueda de mayor información.

Además el libro tiene un tamaño perfecto para las manos de los pequeños y se acompaña de imágenes la información que ofrece, por lo que es una herramienta muy visual y enriquecedora.

En el tablero gigante encontramos, a la izquierda, las siluetas de dos cuerpos vacíos donde poner por un lado los músculos y por el otro los huesos, todos de manera individual, para poder aprender a nombrar cada uno de ellos y a situarlos adecuadamente en el cuerpo.temp (7)Además es una herramienta autocorrectiva, como sucede con los juguetes Montessori, ya que al no colocar adecuadamente un hueso o un músculo en la posición correspondiente, el resto de piezas no encajarán o no se ajustarán al perfil de la silueta.
Esto lo convierte en un juego que el niño y la niña pueden desarrollar por sí mismos, sin necesidad de consulta continua al adulto, ya que pueden emplear el libro y el resto de piezas para conocer el lugar adecuado de cada parte.

En la parte derecha del tablero se encuentran la mandíbula, el corazón y los órganos del cuerpo, siendo una parte que atrae y encanta a los pequeños, ya que en ella podemos tratar la función de cada órgano, la posición dentro del cuerpo, la importancia de cada uno de ellos, el riego sanguíneo y mucho más.
Respecto a la mandíbula, podemos trabajar la posición de los dientes, la caída de estos, el orden de salida, la higiene bucodental y el sentido del gusto.temp (6)Este juego se convierte en una herramienta de aprendizaje muy visual, atrayente y atractiva, donde poder comenzar a señalar en el tablero y en nuestro propio cuerpo, adquiriendo nueva información de manera directa, funcional y a través del aprendizaje activo.temp (11)Es un juego que demanda mucha participación por parte del niño o la niña, y esto hace que se sientan protagonistas del mismo y de su aprendizaje.

La curiosidad debe potenciarse desde la infancia y con estas herramientas los niños van descubriendo más sobre sí mismos y él funcionamiento de lo que ellos mismos son.temp (5)Descubrirse es esencial para poder descubrir el resto del mundo. Valorar nuestro cuerpo, de qué está formado, para qué sirve cada una de sus partes o cómo funciona cada uno de sus órganos o sentidos, es el mayor regalo que pueden tener desde que son pequeños.

Además con este material podemos potenciar:

  • La adquisición de nuevo vocabulario
  • El juego en familia y cooperativo
  • La curiosidad
  • El afán por descubrir, conocerse e investigar
  • El juego didáctico, de aprendizaje y enriquecimiento
  • Aprender a cuidar, organizar, colocar y ordenar un material
  • El valor de uno mismo y su cuerpo
  • El interés por la biología, la ciencia y el funcionamiento del cuerpo humano
  • Jugar por turnos, favoreciendo la paciencia, la atención, la espera o la memoria
  • Disfrutar del juego al 100%temp (9)

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Calendarios para aprender horas, fecha, día de la semana, clima y estación

Desde que comencé a trabajar con niños y niñas, me di cuenta de que la estructura y la rutina, facilitaban mucho la ejecución del día a día, ya que daban sentido a una jornada que comenzaba siempre de manera similar, con unas actividades, ritmos y juegos, que poco a poco nos llevaban a otros diferentes y acabábamos con un patrón parecido durante cada día, para dar de este modo seguridad, confianza y tranquilidad a los pequeños.

Este método que estructura y da un sentido a cada día, creando una rutina, hace que se puedan incorporar actividades nuevas con mayor facilidad, dentro de una estructura fija diaria. Y esto no quiere decir que durante cada jornada se lleven a cabo las mismas actividades o juegos, sino que se emplea un horario más o menos cerrado, con unos espacios marcados, y unas actividades concretas para cada franja, pero permitiendo también los cambios, las espontaneidad, el juego libre y los momentos de mayor flexibilidad.

Nuestra rutina comienza siempre por el uso del calendario, que empleamos tanto en casa como en aula, ya que nos centra y nos hace situarnos en el momento concreto que vivimos, dando sentido a lo que sucederá en el día (ya que cada día de la semana supone unas acciones u otras, no es lo mismo que sea lunes que domingo), y dando seguridad y sentido al niño sobre sí mismo y su entorno.

Os presento dos modelos que me encantan y creo que son muy útiles y sencillos de usar si se emplean de manera continuada:

1. EL CALENDARIO DE TELA:

Con este calendario de tela, contamos con piezas textiles para poner y quitar de manera muy sencilla, tantas veces como queramos, según el día en el que nos encontremos.temp (12)¿Qué se puede trabajar?
– La fecha en el que estamos, conociendo así el número del día que es, aprendiendo a contar del 1-10, la familia del 1 y la del 2, descubriendo la sucesión entre un día y el siguiente, y trabajando conceptos como “hoy”, “mañana” y “ayer”.temp (10)El día de la semana: los niños hasta los 4 años aproximadamente, no tienen conciencia exacta del paso del tiempo y su estructura, y les cuesta situarse en el día de la semana que viven, en el momento del día en el que están y lo que implica todo ello. Es por eso, que una herramienta de este tipo, tan visual, táctil y manipulativa, les implica, les hace aprender y les da protagonismo en su aprendizaje de manera activa.temp (13)El mes en el que estamos: haciendo a los niños conscientes del paso del tiempo y conociendo así los meses del año.
Las estaciones: las niñas y los niños, suelen trabajar dentro del aula las estaciones del año (primavera, verano, otoño e invierno) a través de manualidades, colllage, juegos, actividades, cuentos o proyectos; por lo que es importante que sepan en qué estación del año se encuentran y qué implica cada estación en el clima o el horario.temp (9) El clima o el tiempo: este dato es uno de los que más les gusta añadir cada día en el calendario, ya que implica su participación autónoma, donde son ellos mismos quienes miran por la ventana y escogen el tiempo que ven que hay hoy en su ciudad.

Este calendario puede usarse a partir de los tres años de manera conjunta con el adulto, ya que cada pieza es de un color, y si tendemos a mantenerlas ordenadas, aunque el niño o la niña aún no lea, puede ser capaz de colocar cada pieza en su lugar, con un poco de ayuda y asociando el color y la palabra al día de la semana o el mes que corresponda. Puede ser así, un modo fabuloso de comenzar con la lecto-escritura.
El clima puede ser puesto antes por las niñas y los niños, ya que aparece un dibujo además de la palabra.

Ante todo, debe ser una actividad de juego conjunta, en la que el pequeño muestre interés, agrado y disfrute y comprenda lo que estamos tratando de enseñarle, a través de su participación, iniciativa y manipulación.

2. EL RELOJ- CALENDARIO DE MADERA:

Este material llevamos empleándolo más de tres años en casa y en el aula y os aseguro que es un auténtico acierto.
Se trata de un panel de madera, donde poder tocar y manipular sus elementos para aprender a situarnos en el tiempo exacto del día.temp¿Qué se favorece?
– A diferencia con el calendario de tela, este calendario incluye reloj, por lo que la precisión dentro del día es mayor, y quizás necesitemos una mayor compresión del niño o la niña para comenzar a emplearlo.
– Su uso puede ser igualmente a partir de los tres años, ya que el clima puede comprenderlo y asignarlo un peque de esta edad.
– Con este calendario no tenemos que poner o quitar piezas, como hacíamos con el de tela, sino que movemos las clavijas que señalan a cada momento hasta ponerlas en el sitio adecuado.
Es también una herramienta muy visual y manipulativa, en la que los niños ven su acción de manera inmediata reflejando su actividad en el panel.temp (5)– Podemos trabajar las horas, comenzando a explicar los momentos mas significativos del día a día, como son a hora de despertarnos, la hora de entrada al colegio, la hora de la comida, la hora de vuelta a casa, o la hora de ir a dormir.
También podemos explicarles el paso del tiempo, según van creciendo y comprendiendo mejor el concepto de hora y minuto.temp (7)La fecha del día: en este calendario ya vienen escritos los días en la parte superior, por lo que tan solo hay que mover una posición la clavija cada día para saber situarnos en el día que estamos, aunque con los niños y niñas mas mayores, podemos también explicar los meses del año que tienen 28-30-31 días, y aprender las familias de números del calendario.temp (4)– En él también aprenderemos a situarnos en el día de la semana y la estación del año, donde podemos ver además de manera visual los meses del año y un pequeño dibujo que aclara mejor el momento del año en el que nos encontramos.temp (1)Tanto el uso del calendario de tela como el del calendario de madera, de manera continua, hace que favorezcamos la atención, la escucha, la situación en el tiempo, la estructura, el orden, la paciencia, el conocimiento del tiempo, las rutinas, la mirada, la comprensión, la memoria y la permanencia, entre otros muchos aspectos. Y con el uso regular, nos daremos cuenta de que es el propio niño el que nos pide acudir al calendario cada día para organizar su día y situarse dentro del entorno y el tiempo en el que vive.

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El juego: la principal tarea del niño 

A veces nos creemos dueños de los niños. De los nuestros o de los de cualquiera. Por el simple hecho de ser niños.Pero ¿por qué sucede esto? ¿Es, tal vez, el hecho de que sean pequeños? ¿Nos creemos superiores a los ellos y por eso empleamos la autoridad?Quiero pensar que toda esta idea está cambiando y que cada vez actuamos más de tú a tú y de igual a igual, sin tener en cuenta tanto la edad, sino siendo conscientes de que todos somos seres humanos, con corazón, sentimientos, necesidades…

Por esto mismo, cuando me preguntan ¿cuál es la principal tarea del niño? Yo lo tengo claro: JUGAR.Y muchos me dicen: «¿De verdad crees que los niños no deben hacer nada más que jugar? ¿No deben tener responsabilidades? ¿No tienen que tener unos límites?»

Pues claro que sí. Todo va de la mano. Y es necesario inculcar valores y educar pero sin olvidarnos de que son niños y han venido al mundo a jugar, a descubrirlo con una mirada única y particular que sólo ellos como niños tienen.
De todo lo que aporta el juego, de sus valores, cualidades, beneficios y mucho más, os hablo hoy en este nuevo post en colaboración con el club de MalasmadresDejemos que los niños descubran el mundo jugando. Hay tiempo para todo y esa magia sólo durará unos años.

Tienen toda la vida para ser adultos pero nunca volverán a ser niños. 

La maduración del niño, clave en su desarrollo

Estamos muy acostumbrados a escuchar que los niños pueden hacer todo lo que se propongan en el momento en el que se les proponga. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? Realmente, ¿puede un niño aprender a controlar sus esfínteres cuando no está maduro para ello? ¿Puede aprender a escribir a los 4 años? ¿Es positivo adelantar todos estos procesos? Y entonces, ¿por qué no enseñarles aún antes de los 4 años a leer y antes de los 2 años a quitarse el pañal si son capaces de hacerlo bajo entrenamiento

Este tema es realmente polémico y tras leer mucho e investigar qué hay de cierto en todo esto, puedo concluir que todo depende del desarrollo madurativo del niño, de su cerebro, su madurez muscular y emocional y no de la actitud o la decisión del niño, o de su antojo, sino que todo es un proceso que debemos llevar a cabo poco a poco y al ritmo del niño.De esto os hablo en mi nueva colaboración con Tutete, donde explico de qué depende esta madurez y por qué debemos respetar el ritmo de cada niño. 

No os perdáis este post que muchos deberían leer para poder comprender los tiempos de cada niño.

¡Feliz jueves! ¡Y os espero en los comentarios con vuestras experiencias!