Qué cambios pueden surgir tras retirar el pañal 

Con la llegada del buen tiempo empezamos a ver cómo muchos padres comienzan a retirar el pañal a sus peques, aconsejados por la escuela infantil o tras haber observado ciertas señales de madurez en sus hijos.

En este post os contaba cuáles eran las señales y cómo comenzar con la retirada del pañal, siempre y cuando observemos estas conductas en nuestro hijo, sin importarnos el tiempo, la edad o la presión de cualquier otro factor, más allá de la madurez de nuestro hijo.

Pero a veces, tras haber comenzado con la retirada e ir progresando en la madurez del control de los esfínteres, observamos que aparecen ciertas conductas en los niños que son consecuencia de la situación tan importante y compleja que supone para ellos este hito.

Y ¿cuáles pueden ser estas conductas que alteran al niño? ¿Cómo podemos ayudarle? ¿Cuál es nuestro papel? ¿Es habitual que se den estos cambios?Hoy os lo cuento en esta nueva colaboración para el club de Malasmadres, donde vemos la importancia y la complejidad del control de los esfínteres para nuestros hijos.

Y tú, ¿crees que es hora de comenzar la retirada del pañal? ¿Has observado alguna de estas conductas en tu hijo? ¿Cómo las has manejado?

El gateo: cómo potenciarlo y sus beneficios 

Cuando los peques cumplen 4 o 5 meses empiezan a interesarse por su entorno más allá de sus padres, queriendo moverse, descubrir y explorar el espacio poco a poco con las herramientas que van adquiriendo.

Este proceso comienza con el movimiento de las extremidades, el volteo, la reptación, el arrastre, el gateo y la marcha.Pero, ¿qué beneficios tiene el gateo? ¿Cómo podemos potenciarlo? ¿Qué aspectos potencia? ¿Por qué es tan beneficioso el gateo para los peques? Seguir leyendo

Dónde puede comer mi hijo si aún no se sienta solo

Esta consulta cada vez está llegándome más y más y por eso quiero tratar de resolverla dándoos diferentes opciones según el momento y la madurez del peque.

Hacia los seis meses los peques empiezan con la alimentación complementaria y es aquí donde unos prefieren introducir sólo los cereales, otros los purés de fruta y verdura o sólo uno de ellos y otros comenzáis con el Baby-led weaning, que consiste en comer a partir de trozos pequeños, como os contaba aquí.
En el caso de comenzar sólo con cereales, podremos empezar a introducir la cuchara uniéndolos a la leche, o emplear el biberón si así lo decidimos.

Si empezamos con la cuchara, estaremos en el mismo caso que en los que comienzan a introducir purés y papillas. Es en este momento donde pensamos ¿Y cómo le doy las papillas, sentado tumbado, reclinado? ¿Es momento de comprar una trona? ¿Me sirve la hamaca para que coma? Seguir leyendo

El proceso de escritura

En torno al año de vida, los niños empiezan a interesarse por coger un lápiz y garabatear sobre un folio, haciendo líneas, formas y de más figuras abstractas que son el inicio de una acción que realizará el resto de su vida: emplear el lápiz y escribir.
Poco a poco iremos viendo cómo va interesándose por copiar trazos sencillos como líneas rectas horizontales o verticales o incluso círculos.

Más adelante los peques tratan de realizar dibujos y formas concretas, como cruces, triángulos, cuadrados, aspas u otras figuras que conforman dibujos que el peque encuentra en su entorno.

En torno a los cuatro años, muchos niños se interesan por empezar a escribir y leer (lectoescritura). El comienzo suele empezar por letras y números sencillos y su identificación, tratando de copiar el trazo, a veces seguido por líneas de puntos (como los cuadernillos Rubio), por imitación de otra imagen, conociendo el trazo a través del tacto o más tarde por noción propia.

Todo ello es un proceso gradual que los niños inician cuando están interesados y maduros para ello, y no deben ser presionados a ello, ya que hasta los seis años es habitual que muchos no se vean preparados o interesados en comenzar este aprendizaje.

Igualmente veremos que es fundamental una correcta prensión del lápiz, hecho que puede empezar a trabajarse a partir de los tres años, pero igualmente sin forzar al peque.

Según vayamos viendo que mejora dicha prensión, mejorará la calidad del trazo y la precisión de éste, siendo paulatinamente más adecuado y conciso, con una fuerza adecuada.

Para ello, hoy os quiero enseñar una herramienta que puede ser de gran utilidad a partir de los 3-4 años de edad, según el interés y madurez del peque. Es «Yo aprendo a escribir»un material muy útil para comenzar a copiar trazos y realizar formas concretas.
Se trata de un pupitre con varias plantillas plastificadas, un rotulador y un borrador.
Las plantillas son de dos categorías distintas: dibujar trazos o escribir.
Las plantillas para dibujar se pueden ofrecer a partir de los 3 años, a niños que tengan interés por copiar imágenes o seguir líneas de puntos.
Más adelante, en torno a los 4-5 años, podemos ofrecer las plantillas que tienen letras y palabras.

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El pupitre tiene una base con luz que hace que al colocar la plantilla encima de ésta se observen los trazos a seguir para formar líneas como el dibujo indica. La luz hace que se refleje lo que el niño debe completar. Para emplear correctamente esta herramienta, debemos tener menor luz en el ambiente, para de este modo observar correctamente el reflejo que emite la lámpara de la base.

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Al comenzar a usar este pupitre debemos poner la luz y que así el niño pueda ver los trazos adecuados que debe seguir en el dibujo, para más adelante poder retirar la luz y dejar que el peque realice la plantilla por sí mismo, sin necesidad de seguir una guía reflejada y simplemente emplear el método de observación y copia del modelo que da la platilla.

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Este pupitre es muy buena herramienta para el comienzo del seguimiento de trazos, la realización de formas y letras y la adquisición del abecedario.
Además algo muy positivo es que puede realizarse todas las veces que queramos, borrándolo después con el rotulador, esto hace que sea un material duradero y que puede emplearse en sesiones de tratamiento, ya que pueden emplearlo varios niños siendo el mismo material siempre, sin necesidad de comprar más material o fichas nuevas cada vez que se van realizando.

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Para una correcta adquisición de la escritura, debemos emplearlo junto a otras herramientas, como el dibujo libre, la unión de puntos, el coloreado y otros ejercicios que gusten y llamen la atención del niño, ya que estamos hablando de una etapa muy importante y sensible en el niño, en la que debe sentirse motivado a iniciar un proceso que empleará el resto de su vida.

Y tu ¿cómo fomentas el interés por la escritura? ¿Qué herramientas empleas para mejorar la prensión del lápiz? ¿Tienes algún material que guste mucho a tus peques?

* Si os gusta «Yo aprendo a escribir» podéis conseguirlo en la web de Dideco, y podéis obtener un 10% de descuento al utilizar el código ATTEMPRANA. Recordad que este código os sirve para comprar en toda la web.

Aprendiendo los colores

Aprender a discriminar colores es una tarea que vista desde nuestros ojos de adulto parece realmente sencilla. Pero cuando son los peques quienes tienen que aprender a hacerlo, a veces nos encontramos con una tarea compleja de enseñar.

Hay niños que aprenden de manera sencilla y casi sin darnos cuenta, tanto colores como otras habilidades o conocimientos, y otros, que por el contrario, necesitan un proceso detallado y de acompañamiento para aprender ciertos conocimientos que serán básicos y muy útiles en su día a día. 

Los colores son uno de esos aprendizajes que pueden enseñarse poco a poco con herramientas del entorno y sin necesidad de emplear un material específico o costoso. 

Es un conocimiento que puede empezarse a realizar a partir de los dos años, aunque esta edad es simplemente orientativa.

Para empezar a enseñar los colores a un peque sería ideal encontrar 4 objetos iguales de estos colores: rojo, amarillo, azul y verde. 
Partiendo de este material, que podemos encontrar en casa, (por ejemplo, cuatro vasos de los cuatro colores, cuatro fichas, cuatro botes, cuatro botones, cuatro coches…), realizaremos el aprendizaje de este conocimiento.

  
Empezaremos con dos únicos colores, el rojo y el azul, que son muy distintos entre sí y difíciles de confundir.

Ambos contrastan mucho el uno sobre el otro y podemos encontrarlos en muchos elementos de nuestro entorno.

Cogeremos los dos objetos que hayamos separado de ese color y los pondremos uno a un lado y otro al contrario.

Tendremos cada uno a un lado y buscaremos junto con el peque objetos del entorno que sean de cada color, para que aprenda a colocarlos sobre el color adecuado.

Trabajaremos varios días sobre los dos mismos colores. A veces empleando uno únicamente en un juego (por ejemplo: jugamos con la pelota roja) y otro día jugando con ambos colores de nuevo (rojo y azul).

Cuando vayamos viendo que el niño, se familiariza con los dos colores y los distingue adecuadamente, introduciremos el tercer color (mejor el amarillo, ya que contrasta muy bien con el rojo y el azul).

  
Seguiremos realizando los mismos juegos:

– Agrupar objetos por colores

– Colorear del tono que nombremos 

– Buscar objetos de ese color por la calle, mientras paseamos o en la ropa, en los coches…

– Jugar sólo con objetos de un color

– Nombrar comidas de un color 

– Poner gomets del mismo color a la silueta que dibujemos 

– Decir objetos que no sean de un sólo color 

– Y un largo etcétera que se nos ocurra en torno a este tema

Y cuando finalmente tenga adquiridos los tres primeros colores introduciremos el verde. 
Y observaremos como poco a poco va integrando el resto de colores de forma fácil y sencilla, siempre ayudando al peque si tiene dificultad en la adquisición de algún color en concreto.

  
Con estos juegos todos los niños pueden aprender los colores de una manera lúdica y dinámica, acompañados y ayudados del adulto. 
Y vosotros ¿como enseñáis los colores a vuestros peques? ¿Es algo que han aprendido fácilmente o con ayuda? Cuéntamelo en los comentarios!