Mi hijo no me pertenece

Tendemos a pensar que al tener un hijo o una hija, es nuestro hijo.

A veces no nos damos cuenta de que esto no es en realidad cierto hasta pasados unos años o incluso hay quien no es capaz de verlo a lo largo de toda la vida.

Haber traído al mundo a un ser humano, no nos da derecho a elegir por él, pensar por él, hacer por él o vivir por él.

Para comprender esto, valdría con pensar en cualquier otra persona del mundo respecto a nosotros, es decir, una pareja, un familiar, un amigo o un conocido. En estos casos seguro que sí tendríamos en cuenta sus opiniones, sus decisiones, sus gustos o intereses, sin anteponer la posesión y la pertenencia que nos adjudicamos al emplear la palabra hijo o hija.

A veces pensamos que por ser nuestros hijos, podemos hacer y deshacer pensando por ellos, creyendo que es lo mejor para ellos, sin darnos cuenta de que antes o después volarán y tendremos que acompañar su vuelo.

Aquí os cuento mucho más sobre este tema y sobre cómo transitar ese camino hacia dichos valores, siendo capaces de acompañar, dar autonomía y favorecer el vínculo afectivo entre adulto e infante.

Te dejo aquí el link al post en el club de malasmadres para que puedas leerlo al completo.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.