No compares a tus hijos

Cuando tenemos nuestro primer hijo o hija, son comunes las opiniones no pedidas, las comparaciones con otros niños o el continuo juicio respecto a la educación que damos o la manera de criar.

Pero esto aún se acentúa más cuando tenemos otros niños a nuestro alrededor o tenemos el segundo (tercero y sucesivos) hijo o hija, ya que empiezan las comparaciones entre ambos, y todos comienzan a recordar cuando el primer hijo comenzó a comer sólidos, a gatear, a dormir solo, a hablar o caminar.

Y para una madre o un padre, su hijo puede tener mil defectos, pero sigue siendo el mejor, el más guapo, el más listo y el más bueno del mundo, como es lógico.

Y aunque se tuvieran mil hijos, todos serían los más bonitos, inteligentes y preciosos del mundo, porque la maternidad y la paternidad incluyen también este tipo de sentimientos poco objetivos pero necesarios y preciosos en la crianza. Por todo ello, y por muchas razones más, os hablo hoy en un nuevo post en el club de Malasmadres sobre este tema «No compares a tus hijos», no comparemos entre niños, ya sean nuestros o ajenos, porque los grandes perjudicados de estas comparaciones siempre son ellos.

Si quieres descubrir por qué no debes comparar entre hijos o niños, no te pierdas este post donde los argumentos hablan por sí solos.

Te espero en los comentarios contándome tu experiencia respecto a este tema.

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