Descubriendo: Elementos de juego Carla

Hay materiales sencillamente mágicos, de esos que te atrapan y cada vez que los sacas para jugar te convencen más y más y, eso es lo que nos sucede con los elementos de juego Carla de Jugaia, que se ha convertido en un imprescindible dentro de nuestro juego.img_2755Ahora que se acercan las navidades, es un material que recomiendo a todos los que estéis pensando en algo diferente y de gran utilidad, ya que todas las cualidades que os voy a mostrar os van a hacer ver sus múltiples posibilidades.

Se trata de un material hecho a mano de madera (que ya sabéis que me apasiona), compuesto por más de cien piezas repartidos en tres categorías: enanos, anillas y fichas. Todos ellos de doce colores diferentes.img_2762Puedo deciros que este material desestructurado nos proporciona muchas sensaciones:
Estimulación táctil, ya que su textura es única, podemos descubrir las vetas de la madera en cada piezas. Su rugosidad y calidez proporcionan sensaciones únicas al niño.
Estimulación olfativa: ya que el olor de las piezas es único, huelen a madera y te transportan al juego más básico y sencillo.
 Estimulación visual: debido a los colores y las formas, las proporciones y los contrastes.img_2758Estimulación auditiva: las piezas al chocar o al ser colocada unas sobre otras proporcionan un sonido único.
Estimulación gustativa-oral: los más peques se llevarán las piezas a la boca y sentirán a través de ella su tacto.

Con los elementos de juego Carla de Jugaia podemos descubrir grandes posibilidades:

La principal cualidad es que es un material sin un fin concreto, es un material desestructurado. Esto quiere decir que el cerebro inexperimentado del niño, que aún no ha recibido órdenes y pautas de juego concreto, puede experimentar por sí mismo mil y un modos de juego, favoreciendo infinidad de aspectos que el adulto no realiza del mismo modo, ya que tiene un bagaje que le condiciona a la hora de descubrir el mismo material.
Por eso debemos dejar que sea el niño quien explore y realice un juego libre, sin pautas ni reglas, dejando que él mismo nos enseñe qué podemos realizar con estos elementos.
Seguro que nos sorprendemos de todo lo que es capaz de imaginar y crear con un sólo material.img_2757Con los más pequeños podremos emplear las anillas para que comiencen a agarrar, a partir de los 4-6 meses, ya que tienen un tamaño perfecto para sus manitas y se pueden llevar a la boca bajo supervisión del adulto. Más adelante cuando el peque agarre una anilla en cada mano, podrá chocarlas entre sí en la línea media.img_2756A partir de los ocho meses podemos observar como se puede emplear para descubrir la permanencia de objeto. Podemos guardar un enano dentro de una torre de anillas y cubrirlo con una ficha e invitar al peque a que destape y descubra al nin. Todo parte de un proceso que tardará unos meses en consolidarse.

Se puede emplear como encaje, ya que el niño mete y saca de las anillas los enanos y descubre la acción de meter y sacar, de construir y sobre todo de destruir, ya que les encanta hacer torres con los elementos y luego comprobar cómo se caen.

Además se ve favorecida la motricidad fina, la coordinación óculo-manual, la individualización de los dedos, las destrezas manipulativas, el control de la fuerza, la precisión de movimientos…

Permitir este juego libre es muy positivo para los niños, ya que descubren por sí mismos los efectos de la física, como por ejemplo, la gravedad, dejar caer una torre y comprobar cómo ruedan sus piezas y cómo se alejan del sitio de juego; descubren las posibilidades del juego por sí mismos, sin necesidad de ser guiados o pautados por nadie.

La imaginación se potencia enormemente con este juego, ya que la mayor parte de las actividades que se realizan parten de la creatividad del niño.
Pueden desarrollar su imaginación enormemente sin darse cuenta; de manera intrínseca irán sacando toda su creatividad y desarrollando el juego simbólico, creando caminos, vías de trenes, jugando a las comiditas, a los muñecos, a las profesiones y a miles de ideas que cada niño creará por su propia cuenta.
Al ser un material desestructurado, no hay un fin concreto para cada una de sus partes, por lo que cada pieza será lo que el niño imagine que sea.img_2767Además a través del juego irán saliendo conceptos nuevos como los colores, sus tonalidades, las cantidades, los números y el poder contar elementos, las formas geométricas, los tamaños o la diferenciación entre iguales y distintos que el niño adquirirá sin darse cuenta.

Los elementos de juego Carla, invitan al orden, al equilibrio y la armonía, haciendo que el peque clasifique, coloque, asocie, apile, cree ante el desorden su propio orden.img_2769Una de las características que más destacaría de este juego es que puede emplearse en un rango de edad muy amplio, desde la etapa de bebés hasta mínimo los seis años, ya que construir y crear les suele gustar a todos y puede servir incluso para completar otro juego o material.

Con tantas piezas de colores podemos trabajar las emociones, algo que considero esencial desde la edad más temprana; siendo cada color una emoción diferente (el rojo: enfado, el morado: miedo, el amarillo: alegría, el azul: tristeza, el verde: asco…) y así ir nombrando aspectos o situaciones de nuestro entorno que nos produzcan esos sentimientos a la vez que los clasificamos.
Además está genial que los enanos no tenga carita, porque invitan a imaginar mucho más y a cambiar de discurso constantemente, sin marcar una pauta clara ni un carácter concreto.

Aprender a disfrutar del caos es algo que debemos adquirir de los niños, disfrutando de sacar todo el material, dejarlo caer, deslizarlo por nuestro cuerpo, sentir sus piezas, experimentar de manera sensorial, verlo rodar, permitirnos tirar torres y disfrutar de un modo caótico hasta que poco a poco el niño sienta que quiere dar forma y crear de una manera propia su juego.
Partir del caos es permitirle al niño empezar de cero, por sí mismo, potenciando el juego libre.

Con este material podemos jugar tanto de manera individual como en grupo, desarrollando un juego conjunto como independiente y fomentando aspectos como el juego por turnos, la espera, la paciencia, la comprensión, la empatía, la atención, la mirada o la permanencia en una misma actividad.

Los elementos de juego Carla son perfectos para cualquier peque e incluso diría que para enseñar al adulto muchas cualidades que creemos tener olvidadas. Es un material muy especial y que se ha vuelto un imprescindible para nosotros.

Si te gustan este tipo de materiales no dudes en visitar la página de Jugaia donde Eva y Quim te atenderán con mucho cariño y cercanía y te ayudarán a escoger lo que necesites.

Os invito a descubrirlo por vosotros mismos y a compartir vuestras experiencias con todos!

Y a ti, ¿te gustan los materiales desestructurados y creativos? ¿Disfrutas realizamos juego libre? ¿Te gustan los materiales de madera?

5 comentarios en “Descubriendo: Elementos de juego Carla

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