Hace tiempo que tenía ganas de tener una Mesa de Luz para jugar en casa y para trabajar con distintos materiales que tenemos y que sabía que podían ser geniales para emplear en esta mesa.
No sabía si comprar una hecha o animarme a realizar una en casa, pero tras proponérselo a mi marido, me dijo: «Esto es muy sencillo. Lo hacemos nosotros, ya verás.»
Y yo aunque no estaba nada convencida, lo dejé en sus manos y no veáis qué acierto!
PERO, ¿DE DÓNDE VIENEN LAS MESAS DE LUZ?
La mesa de luz pertenece a la filosofía Reggio Emilia, un enfoque educativo único creado en esta ciudad de Italia, donde los niños son considerados protagonistas de su aprendizaje y su objetivo es educar desde el asombro, manteniendo esta capacidad en los niños todo el tiempo que sea posible para potenciar su aprendizaje.
Se pretende crear una escuela activa, amable, de reflexión, investigación y aprendizaje.
Donde el niño aprenda de la mano de la familia y los maestros.
Una filosofía que tiene muy en cuenta al niño y sus necesidades.
¿QUÉ POTENCIA LA LUZ?
La luz es un potente material atractivo para los niños, ya que su luminosidad llama su atención y hace que conecten con la actividad de un modo sencillo y lúdico.
Favorece la atención, el contacto ocular, la permanencia en la actividad y más!
Por eso es genial aprovechar esta herramienta para estimular los sentidos de los niños, ya que la mayoría de juguetes que llevan luces, son materiales que no incluyen la creatividad y la participación del niño, sino que son juguetes llenos de botones, ruidos y estímulos, que propician totalmente lo contrario.
¡QUIERO HACER LA MESA! ¿POR DÓNDE EMPIEZO? ¿QUÉ NECESITO? Seguir leyendo