Cómo explicar a los niños el embarazo y el parto

Muchas veces nos cuestionamos cómo poder abordar temas básicos, del día a día, con nuestros hijos e hijas, porque no sabemos si los comprenderán, si es adecuado contarles todo con claridad, si debemos omitir algunos aspectos, o simplemente dejarnos fluir…

Es por esto que decidí escribir sobre este tema y abordarlo en una entrevista de la mano de la experta Nazaret Olivera, matrona y asesora de lactancia, que lleva años acompañando a las familias durante el embarazo, el parto y el puerperio, de una manera cercana, profesional y muy empática.

Nazaret ha escrito un cuento llamado Nace un bebé, que vivencia el momento del embarazo y del parto desde una mirada amable, con cercanía, naturalidad y transparencia.

Es un cuento ideal desde los primeros años de vida (3-4), donde se habla de un embarazo real, lleno de sensaciones, emociones, experiencias… y un parto contado con mucha sencillez, delicadeza y realismo.

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Normas para visitar a un recién nacido

Cuando un bebé nace, se convierte en un acontecimiento familiar y social muy grande, donde cada uno tiene su idea sobre la llegada del nuevo miembro, y es por esto que deben establecerse ciertos límites para poder recibir al bebé y a su mamá en el mejor ambiente posible, donde su bienestar prime por encima de todo.

Siempre habrá a quienes les guste hacer las cosas de un modo u otro, y habrá opiniones y opciones para todos los gustos, pero lo que sí que debemos tener claro de antemano es que hay ciertas normas básicas que deberíamos seguir en este momento tan delicado e importante para la nueva familia, donde nace un bebé y se inician nuevos lazos y vínculos.

El tándem mamá-bebé debe establecerse, conociéndose poquito a poco, estableciendo sus rutinas, descubriéndose, asentando su manera de alimentarse, dormirse y calmarse, entre muchas otras cosas.

Para mi estos son los imprescindibles a llevar a cabo cuando nace un bebé y vamos a visitarle al hospital, que cumplo tanto al nacer cualquier bebé en mi círculo cercano, como cuando yo he tenido a mis hijos y he estado en el hospital Ingresada.

  1. Llama antes de hacer una visita, aunque seas el mismísimo rey. Hay momentos en los que bebé y mamá descansan o prefieren estar a solas. No te lo tomes como algo personal, respétalo.
  2. Respeta los horarios de visita aunque el hospital no los tenga. Lo habitual es preguntar a la familia o sino ir en un horario normal (10:30-13:30/17:00-20:00).
  3. Si estás enfermo no hagas visitas. No pasa nada porque el bebé conozca a sus seres más queridos dos días más tarde. Se trata de priorizar la salud por encima de todo.
  4. Haz visitas cortas, ya que bebé y mamá se están conociendo y necesitan tiempo para ellos.
  5. Lávate las manos antes de visitar al bebé, en un baño del hospital, justo antes de entrar a la habitación.
  6. El bebé no es un trofeo que pasa de mano en mano. Tiene que estar con su mamá, su papá o en donde ellos decidan. Ya habrá tiempo de cogerle.
  7. El bebé se está adaptando al mundo. Por lo que debe estar lo más cerca de su madre, ya que lleva nueve meses junto a ella y es donde mejor va a estar, oliéndola, oyendo su corazón y tocándola.
  8. No uses el baño de la mamá, ni su armario o su cama para sentarte. Por respeto y por higiene.
  9. Respeta las tomas donde bebé y mamá necesitan intimidad y calma para tomar el pecho o su biberón.
  10. No hables del aspecto de la mamá. Las frases típicas de “tienes cara de cansada”, “no se te ha bajado nada la tripa” o “vaya pelos llevas” no aportan nada.
  11. Acuérdate de preguntarle a la mamá cómo está y darla apoyo, ya que el postparto es un momento duro y la empatía y el cariño es todo lo que necesita.
  12. No des consejos. Lo que más ha escuchado la mamá durante su embarazo son consejos, por lo que ahora necesita apoyo y ánimo, no experiencias ajenas u opiniones.ezy-watermark_22-01-2020_09-18-00a.u00a0m.

Y lo más importante y que menos solemos recordar es que ofrecer ayuda en lo que necesiten no es ayudar en lo que tengamos nosotros en mente como necesario, sino preguntar a la nueva familia en qué necesitan verdadera ayuda o qué les resultaría útil que hagamos en este momento. Ese es el verdadero y único significado de ayuda.

Y estos son mis imprescindibles, muy básicos y razonables, donde el sentido común prima a la hora de ir a conocer a un bebé, ya que lo primero en lo que debemos pensar es en la mamá y en su bebé, y no en lo que nosotros deseemos o queramos, por muy buena intención que tengamos.

Nadie duda de que lo que queramos sea demostrar todo nuestro amor a ese nuevo bebé, pero quizás debemos comprender que la llegada al mundo para él es un cambio muy brusco y lo que necesita es tan solo los brazos de su madre, alimento y calma.

Ya habrá tiempo de todo lo demás durante toda su vida, ¿no crees?

La llegada del Recién Nacido

Cuando estamos esperando un bebé, nuestra ilusión suele ser máxima. El momento final de espera a veces nos hace sentirnos impacientes, nerviosos o algo inquietos, sin saber muy bien qué nos espera o cómo nos adaptaremos a este gran cambio en nuestras vidas.

Por ello, creo que es esencial estar informado sobre todo lo que tengamos duda, sobre el material que puede sernos útil en esta etapa de recibimiento y adaptación del bebé al mundo y, también conocer cuáles son las habilidades innatas del peque en este momento del desarrollo.

Conocer cuáles son los mejores estímulos para el recién nacido y cuáles pueden no ayudarle en su adaptación al mundo, puede ayudarnos a comprender mejor a nuestro bebé y a conocernos mejor, de manera respetuosa.

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Hoy os invito a descubrir lo que podéis realizar con vuestro peque recién nacido y lo que puede ayudarle a adaptarse al mundo, que es tan diferente a lo que asta ahora él conocía. Seguir leyendo

Grupo 0, ¿sólo para viajar?

Tras leer mucha información a cerca del uso del Grupo 0 o Maxicosi (conocidos por este nombre por ser la marca que sacó al mercado el modelo y con la que se dio más a conocer) como elemento portabebés diario y habitual, encuentro muchas pegas y desventajas que explicaré a continuación, siempre bajo mi criterio profesional.

Como he comentado en otros posts anteriores, para mí la mejor manera de llevar a nuestro bebé en los primeros meses de vida es tumbado. Haremos excepciones al transportarlo en coche, teniendo que llevarlo en un Grupo 0 como la ley exige, o en ocasiones puntuales, colocándole sobre nosotros más erguido cuando lo tengamos en brazos en casa. Para el resto de momentos es preferible la posición de tumbado en sus cuatro variantes para que desarrolle adecuadamente la musculatura de la columna según su desarrollo normal.
¿Por qué no usar el Grupo 0 como portabebé habitual? Tras muchos estudios consultados que han realizado expertos (neuropediatras, traumatólogos u otros especialistas), se observa que éstos impiden que el bebé se pueda mover de la postura en que se le coloca, ya que la postura es fija y el espacio es reducido. no hay opción de colocar al bebé en otra postura que no sea boca arriba y flexionado. En cambio, en un cuco podemos colocarle de diferentes maneras; aunque el bebé no vaya a moverse solo, tiene opciones para ser colocado por los adultos, y así favorecer a un desarrollo adecuado.
En los Grupo 0 encontramos que esa postura que lleva el bebé es en V. Su apoyo principal es en la base de la columna, la cual aún no está formada y es cartilaginosa, no rígida como la del adulto. Esto hace que el bebé siempre tenga apariencia de tener papada y, no es por otra cosa que porque no tiene fuerza ni desarrollo suficiente en su musculatura para sujetar el peso de su cabeza. El cuello se encoge. También esto sucede en la espalda; no está recta, ya que no es rígida y, los efectos que tendrá en la columna de nuestro bebé en el futuro están por ver…
Está comprobado que si llevamos a nuestro bebé en un Grupo 0 para viajar en coche, debemos hacer paradas cada hora y media o dos horas, de unos veinte minutos, donde el bebé no esté en este espacio, ya que esta postura dificulta una adecuada respiración para el bebé, por lo mismo que hemos destacado anteriormente. Si el esqueleto es sujetado por nuestra musculatura y los huesos no están del todo formados ni los músculos tienen la suficiente fuerza porque tienen que desarrollarse, los pulmones están siendo oprimidos, por lo tanto, si llevamos a nuestro bebé siempre en esta postura, no estamos haciendo que su desarrollo sea el adecuado.
Otra pega que observo es el inadecuado desarrollo del cráneo. Los cambios posturales que siempre aconsejo en la posición de tumbado, son para favorecer, sobre todo, que los huesos del cráneo se formen adecuadamente, ya que no están cerrados cuando el bebé nace, y no son aún rígidos.
Hay ciertas patologías que se fomentan con el excesivo uso de algunos elementos o si no hay cambios posturales en los bebés.
Esto no quiere decir que si colocamos a nuestro bebé para viajar en coche en un Grupo 0 cada día dos horas para llevarle a algún sitio, vaya a desencadenar estas patologías. Pero si ponemos a nuestro bebé cada día tumbado boca arriba en su cuna, en la hamaca, de paseo en el Grupo 0, etc…, tendremos muchas más posibilidades de que esto suceda (braquicefalia en este caso).
La misma queja hago a cerca de las hamacas o los niños que simplemente permanecen colocados del mismo lado siempre.
Por ello la importancia de los cambios posturales, tratando favorecer el decúbito prono (boca abajo) que tanto suele costar a los padres, ya que los bebés tienden a quejarse.
Todos los elementos en su justa medida son útiles y nos dan facilidades en la rutina diaria, pero debemos saber que hay nuevas opciones (Baby puff) y otras muy antiguas (cucos, cunas, colchonetas, mantas, tapices…) para poder tener a nuestro bebé en la postura adecuada y también controlado.
Lo que nos da libertad en la elección es tener información sobre lo que nos ofrecen. Cada uno que juzgue y escoja según su criterio y la información que tenga.

Primeros juegos y juguetes

Podemos observar algunos reflejos sencillos y patrones en los bebés desde que nacen. buscaremos momentos en los que el bebé esté despierto y activo. Si esto no se da en los primeros días, esperaremos a que veamos el momento adecuado.

– Con el bebé tumbado boca arriba en una superficie, agitar un sonajero en el lado derecho (a unos 20 centímetros y sin que lo vea el bebé) y observar si gira un poco la cabeza, pestañea, mira un poco hacia ese lado. Igual con el lado izquierdo. Con este juego miraremos si responde a sonidos.
– Mover un objeto insonoro delante del bebé y observar si lo sigue o mira, a unos 15-20 centímetros de distancia. Aquí observamos su vista.
– Ponerle un dedo dentro de su palma de la mano (cuando esté abierta) y observar si responde al reflejo de prensión palmar, cogiéndonos el dedo con su manita. Los bebés tienen las manos abiertas cuando están relajados. Podemos hacer que las abran acariciando el inverso de la mano, el lado opuesto a la palma, con unas caricias suaves. Ya que tendemos a abrir las manos de los bebés intentando abrir sus dedos, y esto sólo fomenta lo contrario, que las cierren más.
– Lo mismo en los pies, poniendo un dedo nuestro bajo la planta, justo bajo sus dedos del pie, observaremos como cierra e intenta coger nuestro dedo como un monito a una rama de un árbol.
– Observaremos el reflejo de moro siempre que hay un sonido fuerte junto al bebé, o al meterle en el agua o dejarle en la cuna, se observa que el bebé encoje piernas y brazos y los estira de nuevo como si se diera un susto o tuviera un sobresalto. Esto es habitual durante los primeros meses de vida. Debemos sostener fuerte al bebé al ir a dejarle en la cuna o en la bañerita, ya que se potencia mucho el reflejo en estos momentos.
–  Tumbarle boca abajo y observar hacia donde tiende a colocar más su cabeza. Trataremos de potenciar que la coloque de ambos lados. 
– Jugar con tu bebé en esta postura, boca abajo y enseñándole juguetes, potenciando que eleve la cabeza y aumente su tono en el abdomen, el cuello y la espalda.
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– Potenciar los cambios posturales siempre en la posición de tumbado. Tumbarle en decúbito supino, en decúbito prono, en decúbito lateral izquierdo y en decúbito lateral derecho.
 
 
Algunos de los materiales de juego recomendados para los primeros meses de vida:
Sonajeros con pocas anillas y en blanco y negro preferiblemente, ya que son los colores que más llaman la atención del bebé. Mis preferidos son de las marcas Sassy, Lamaze o Playgro. No pasan de los 10€ y podéis encontrarlos en Tutete
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Campanillas o sonajeros que tengan cascabel o sonido, para hacer seguimientos visuales. Sirven los mismos de antes o cualquier objeto que suene. En Toysrus hay un pack de cuatro que sirve durante muchos meses, ya que tiene diferentes funciones (una campanita, unos cascabeles, una maraca…) y todo en pequeño y cuesta 15€. También están muy bien las manoplas y calcetines con cascabeles para potenciar que los bebés se miren y cojan sus manos y pies, los podéis encontrar en Dideco.
También podéis encontrar sonajeros y maracas de esa misma tienda.
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 – Un pañuelo para cubrirle la cara y jugar a que se la descubra.
– Un espejo a la altura del bebé cuando le tumbamos, es decir, donde pueda mirarse cuando está tumbado. Os recomiendo buscar alguno irrompible, para garantizar la seguridad de los peques.
 – Unos lazos que agitaremos y pondremos a pocos centímetros de su vista,  favoreciendo la vista, la coordinación óculo-manual, la atención y los seguimientos visuales. (Debemos tener precaución con lazos y cuerdas estando con bebés).
– Todos estos juegos los realizaremos en la manta de actividades de Ikea, que tiene un precio ideal y es perfecta en tamaño, atractiva para los peques y aisalante para garantizar el confort y la calidez del niño mientras juega.