A veces nos centramos en educar a nuestros hijos de una manera positiva sin darnos cuenta de que la educación positiva no es premiarles y alabar todo lo que hacen, sino saber acompañar con límites, respeto y afecto su desarrollo.
Cuando nos acercamos más a educar de una manera consciente, estando presentes y disponibles cuando nuestros hijos e hijas nos necesitan, aprendemos a detectar sus necesidades y a vivir en una armonía mayor.
Esto nos facilita esa conexión y favorece nuestro vínculo, haciendo que todos nos beneficiemos de ello.
Alentar es uno de los puntos en los que debemos reforzar nuestro modo de acompañar y educar a nuestros pequeños.
Porque, tal y como os cuento en este nuevo post en colaboración con el club de malasmadres, alentar es:
Seguir leyendo

La ausencia de un mismo horario y unas tareas cerradas, puede hacernos descubrir nuevas inquietudes, querer desarrollar diferentes actividades, alcanzar nuevos aprendizajes o interesarnos por distintos temas que hasta ahora no nos habían atraído o no se habían puesto en nuestro punto de mira.
Os animo a potenciar su autonomía desde la familia, ya que dentro del hogar proporcionamos mayor seguridad, calma y oportunidad de prueba, ensayo y aprendizaje.