Educar en el aliento y no en el halago

A la hora de acompañar la infancia de nuestros niños y niñas tendemos a educar del modo que nos educaron a nosotros o, por lo contrario, siguiendo un modelo totalmente contrario a este. 

Una de las cuestiones que nos sigue preocupando es si debemos educar o no con premios, con el refuerzo continuo, donde le digamos al niño o a la niña lo que hace o no bien. A veces confundimos términos como disciplina positiva con no poner límites y decirle a nuestros niños solamente aquello que hacen bien, y todo esto nos lleva a tener dudas que se transmiten en el modo de acompañar la infancia de nuestros pequeños de manera inevitable.

En muchas de las conferencias que ofrezco a familias y profesionales que acompañan a niños y niños, surge el debate sobre si educar en el halago o en el aliento es o no adecuado. Pero, ¿cuál es la diferencia?

Halagar es resaltar al otro lo que hace, lo que está bien, ofreciendo, por lo tanto, un refuerzo externo a su comportamiento, y no interno como es el caso del aliento. Esto tiene como consecuencia que siempre acabe buscando el refuerzo del exterior, la aprobación de lo que hace, en lugar de buscar en sí mismo este estímulo y emoción.

¿Cuáles son las claves para educar en el aliento?

Te las comparto en este Post de la revista digital de Penguin Kids, junto con 10 cuentos para educar en el aliento, para todas las edades.

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