«¿A qué sabe la luna?», un clásico que tenía muchísimas ganas de descubriros.

Este título de la Editorial Kalandraka de Michael Grejniec es uno de los favoritos de todos los peques. Es mágico lo que tiene porque les encanta y lo piden una y otra vez.DESCRIPCIÓN 

Se trata de un cuento precioso y sencillo que atrapa desde el primer párrafo manteniendo nuestra atención y participación hasta el final.

Además la edición que os traigo es una edición especial que viene narrada con texto y pictogramas, lo que me parece súper rico tanto para peques con dificultades del lenguaje (comprensivo o expresivo), como para peques sin ninguna dificultad añadida, ya que enriquece la comprensión y permite que aquellos niños que aún no tengan la capacidad de leer, sean capaces desde los 3 años, de narrar gran parte del cuento por sí mismos.Los pictogramas ayudan a clarificar y dar más información, dan apoyo, siendo un cuento perfecto para niños desde 2-3 años en adelante.

Además esta edición también incluye un medidor enorme, que ha sido la delicia de todos los peques!Los protagonistas son los animales y la unión entre ellos para alcanzar la luna, deseo que tienen todos y que no consiguen alcanzar de manera individual.

La tortuga sube a la montaña más alta para tocar la luna pero no lo consigue y llama al elefante. Este tampoco lo logra y llama a la jirafa, ella no lo consigue y llama a la cebra, la cual tampoco lo logra y llama al león. El león no lo consigue y llama al zorro, quien necesita al mono que tampoco logra. Finalmente el mono llama al ratón y éste consigue arrancar un trocito y se come y lo comparte con los demás animales que también lo saborean.
Todos juntos se duermen y el pez que lo había visto todo, no entendía nada, ya que él podía tocar la luna reflejada en el agua y sin ningún esfuerzo, no como sus compañeros los animales.

VALORES
Este cuento trata aspectos y valores tan fundamentales como la cooperación, aspecto esencial teniendo en cuenta que el ser humano es un ser social y que necesita del resto para vivir y relacionarse. Somos seres sociales, que vivimos en comunidad y hacemos vida juntos, necesitando cooperar unos con otros para alcanzar nuestras metas, objetivos o sueños.

También podemos ver cómo la empatía es otro de los aspectos que se reflejan en este cuento, donde el sueño que cada uno de los animales tiene, les lleva a realizar algo juntos y el ratón, que es quien coge el trozo de luna, lo comparte con el resto sabiendo que ellos también querrían saborearla.
Además el pez nos hace ver otra realidad y otra perspectiva de una misma situación.

De este modo podemos ver cómo los sueños pueden alcanzarse si los labramos juntos, y que no tiene por qué ser el animal más grande y fuerte el que consiga lograrlos, sino que el más pequeño puede ser el más grande en otros aspectos.

Además apreciamos cómo el valor de la unión y la cohesión entre todos es esencial para alcanzar su objetivo, algo que se consigue mediante el diálogo, la escucha, la atención y la comprensión.

La solidaridad se debe potenciar desde pequeños y es un cuento que nos muestra este valor y nos enseña cómo alcanzarlo.La amistad y el trabajo unidos, socializándose entre sí, es uno de los aspectos más bonitos que observamos en el cuento tras leer sus líneas.

JUEGOS E IDEAS PARA EMPLEARLO

Nosotros hemos empleado el cuento con todos aquellos peques que muestran interés por la lectura y los animales.

Es un cuento que invita a trabajar aspectos relacionados con los animales como por ejemplo, las onomatopeyas, las partes de éstos, nombrarlos, nombrar sus colores, sus tamaños, aprender el orden en el que aparecen en el cuento, enumerar cuántos son, invertir el orden en el que aparecen, nombrar sus crías, decir cómo se llama el sonido que emiten…
También hemos cantado canciones de animales, como la de «la rana que estaba cantando debajo del agua» o «para dormir a un elefante».

Los pictogramas ayudan a comprender y expresar, a iniciar la acción de señalar incluso con peques de un añito, y a integrar nuevo vocabulario.

Como podéis observar también hemos aprovechado para iniciar algunos signos de animales e integrarlos en el día a día, como os contaba hace unos días que estábamos haciendo.Además el juego simbólico con animales es súper rico y nos permite mil y una posibilidades de juego, desarrollando la imaginación y la creatividad de nuestros peques y potenciando su lenguaje, su motricidad (imitando los movimientos de los animales) y mucho, mucho más!

¡Os invito a que lo descubráis y nos contéis vuestra experiencia!Y tú, ¿conocías «¿A qué sabe la luna?»? ¿Qué títulos conoces que hablen de valores? ¿Te gustan los cuentos con animales?

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