El sentido común

Ya sabéis que no tiendo a hablar de mi experiencia personal al realizar una publicación, pero el post de hoy se ve inspirado en este hecho que os voy a contar y no veo mejor manera de hacerlo: Ayer estuvimos en la revisión del pediatra de los cuatro meses de la peque. Nuestra pediatra es una persona tranquila, amable, muy profesional, con mucha experiencia, positiva y pro-madres, es decir, si eres mamá te anima a hacer las cosas, a probar y te hace sentir siempre bien con lo que haces, jamás te juzga. Sabe ser la mejor profesional sin hacerte sentir tonto. Para mi fue una suerte que me la recomendara una amiga de mi hermana en un momento en el que no hacían más que marearnos con el peso y que si lactancia materna o artificial, mixta o yo ya no se el que… Desde el día en que mi marido y yo la conocimos, nos dimos cuenta de que ella era nuestra pediatra. Siempre lo dice todo claro, te tranquiliza (que es lo difícil) en lugar de alarmarte (que es lo fácil), nos da calma y seguridad en nuestras decisiones. Nos anima a probar y equivocarnos y sigue siendo igual de profesional aunque consultemos a otros médicos o practiquemos otras teorías. Ella siempre nos hace ver que el sentido común es lo principal, lo esencial en la crianza de un hijo; ya que como uno conoce a su hijo, no lo conoce nadie más. Ayer, como antes comentaba, fuimos a la revisión de los cuatro meses y, tras explicarla que nuestra peque no es muy partidaria de la leche, nos recomendó empezar ya con la fruta (cosa que ya habíamos hecho hacía unos días). Yo como soy fiel a mi pediatra, no dudé en contarle la verdad, que llevábamos dos semanas dejando que la princesita probara nuestra fruta y alguna verdura y, que llevaba tomando cereales por las noches desde hacía una semana. Por un lado estaba temiendo su respuesta (te dije que esperaras o algo así) pero por otro, ella me da la confianza para contárselo porque siempre tiene una manera de decirte todo de forma que no te sientas mal o atacado y, comprende a cada familia. ¿Cuál fue su respuesta? El sentido común es lo que nos hace ver lo que necesita cada niño. Hay veces que la leche no gusta (pero hay que seguir tomándola porque es muy importante) y la situación es la idónea para introducir nuevos alimentos y, si este es el caso, pues adelante. Ha mirado la talla y el peso, la evolución de la niña y si historial y tras eso nos ha dicho cómo podemos introducir la fruta. Con este largo ejemplo de mí misma, sólo quiero explicar que a veces estamos dándole vueltas a algo durante días o semanas y al final la conclusión es la misma que habíamos sacado nosotros mismos pero con la aprobación del profesional. Está genial que consultemos al experto y hagamos caso de lo que nos aconseje, ya que es quien realmente sabe sobre el tema, pero también tenemos que tener en cuenta a nuestro sentido común. Es algo realmente subjetivo y difícil de ser valorado, pero en mi caso me doy cuenta de que hace dos semanas he ido ofreciéndole sin pensarlo ni premeditarlo alimentos a mi hija, al cocinarlos, al comerlos y, dejando unos días entre medias para observar alergias, intolerancias, reacciones en el aparato digestivo…, y al final era cuestión de sentido común darse cuenta de que ella no quiere sólo leche, sino que quiere dar un paso más en su desarrollo y que yo le ayude a ello. Desde que soy madre mi sentido común se ha despertado y vive pegado a mí haciéndome señales y ayudándome a tomar decisiones que antes siempre consultaba previamente. ¡Bendito sentido común el mío!

2 comentarios en “El sentido común

  1. Sonia Pérez dijo:

    Qué razón llevas Alejandra. Mi matrona en su día me dijo que una madre siempre sabe qué hacer, que nos hagamos caso a nosotras mismas, y qué razón llevaba! No todos los niños son iguales y no se pueden regir por unas tablas que tratan a todos por igual.

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