La paciencia

Si hay algo que he podido mejorar mucho a lo largo de mi experiencia profesional, es La Paciencia. He comprendido que con los niños es imprescindible para comprenderles, hacerles entender cualquier objetivo, enseñarles, mostrarles algo nuevo o alcanzar una meta. En el ámbito de la atención temprana trabajamos por objetivos muy concretos, específicos para cada caso, pensados y adaptados a las necesidades de cada peque y de su familia y entorno. La paciencia es la base de la preparación, de la elaboración, de la planificación, de la repetición del planteamiento, del llevar a cabo el ejercicio y modificarlo si vemos que no funciona de ese modo, de enseñarlo de mil formas y sobre todo con mimo y cariño. A pesar de creer alcanzado un objetivo, quizás si tratamos de repetirlo al poco tiempo, se puede ver deteriorada la calidad de ejecución, la precisión y, es necesaria de nuevo nuestra paciencia para volver a trabajar en el objetivo, en el ejercicio que tan necesario es para ese pequeño. Por todo ello, día a día, me recuerdo a mí misma lo importante que es la paciencia a la hora de desarrollar mi profesión (y de mi labor como madre también). Los niños necesitan que repitamos muchas veces las cosas para alcanzar y superar nuestro modelo, para fijarse y perfeccionarlo. Piénsalo cuando creas que ya no puedes más y ten paciencia, te lo agradecerá.

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