Niño, no se llora!

El llanto en los niños es una herramienta de comunicación, además de ser un modo de expresar emociones, sentimientos y necesidades, como os contaba en este post.

Cuando aparece el llanto en bebés es común escuchar al entorno decir frases como:
– No le pasa nada porque llore
– Déjale que llore que le viene fenomenal para ensanchar los pulmones
– Eso no es llorar
– Se queja para que le cojas porque tiene mucho morro
– Qué listo/a es tan pequeño/a y ya nos toma a todos el pelo
Y un largo etcétera que nos hace asignar al niño un serie de atributos y calificativos, que es incapaz de tener debido a lo pequeño que es.img_6504Esto quiere decir que desde que un niño nace, le atribuimos la capacidad de manipular y chantajear a su entorno para conseguir lo que él quiere, poniéndole la etiqueta de caprichoso, manipulador y chantajista, cuando el niño lo único que hace es manifestarse como tal, como «viene de serie», como mamífero que es.

El llanto lo emplea para sobrevivir, para manifestar sus necesidades y expresarse.
Es junto con otros indicadores, su modo de relacionarse con el medio durante los primeros meses de vida.

Pero, ¿qué pasa cuando el niño crece y ya no tiene sólo meses, sino que ha cumplido uno, dos o tres años?
Aquí incluso empeora. Ahora la mayor parte de la sociedad sí que tiende a poner etiquetas al niño, diciéndole que no llore en muchas ocasiones, cuando luego pretendemos que sepa canalizar sus emociones, expresarlas, comunicarlas y manifestarlas. Pero en el momento en el que llora se escuchan mucho frases como estas:
– No se llora
– Llorar es de bebés
– Si lloras no te lo doy
– Qué feo estás cuando llorasIMG_0358Si paráramos y reflexionáramos sobre el mensaje que estamos transmitiendo creo que seríamos mucho más conscientes del poso que dejamos con nuestras palabras.
Nos hacemos flaco favor tras toda la evolución educacional que se está llevando a cabo y realizando desde hace años, aunque seguimos repitiendo las mismas frases que hace décadas.

Muchas veces nos contradecimos. Explicamos que es importante transmitir y manifestar las emociones, buscamos información sobre la gestión de éstas, nos apoyamos en materiales, cuentos y de más herramientas, y después cuando sucede el llanto cerca nuestro en una situación del día a día, sacamos las frases que nos decían hace años a nosotros y que no recordamos con afecto precisamente.IMG_0357Mi reflexión de hoy va de la mano de la empatía, de este sentimiento que se ha convertido en mi punto de partida para la crianza y la educación, para la comprensión y el entendimiento de lo que sucede y pasa cada día por la cabeza de los peques.
Simplemente pregúntate si tú ante semejantes situaciones recibirías con agrado las mismas palabras.
Si querrías oír lo mismo cuando lloras, sientes frustración, enfado o tristeza.

Los niños no son menos. Tendemos a manejar sus sentimientos con inferioridad, creyéndonos con el mando y el poder de sus sentimientos. Queremos que se ilusionen, rían o lloren a nuestro antojo, en lugar de ser flexibles y amoldarnos a ellos, nosotros que sí tenemos recursos y somos adultos, y sabemos gestionar y controlar nuestros impulsos.

Si hay algo que pueda mejorar, dale una vuelta. Si puedes cambiar algo mínimamente, inténtalo! Si algo no te gusta, si te equivocas, prueba de nuevo! No te rindas y ponte en su piel!

Empatía, amor, cariño y paciencia. Esta es la clave de la crianza, la educación y la maternidad/paternidad.

A veces creo necesario compartir estas reflexiones con todos vosotros.

Feliz miércoles! Y a educar bonito!

4 comentarios en “Niño, no se llora!

  1. jessica dijo:

    Hola! Yo tengo que decir, que nunca he dejado a mi hija siendo un bebé llorar, de seguida que la escuchaba llorar iba a ver que le pasaba o la cogía, sin importarme ese tipo de comentarios que os aseguro que eran a diario… pero ahora ya tiene 2 años y medio y a veces llora por cualquier tontería o pide las cosas a la primera quejándose y lloriqueando. No sé entonces hasta que punto es bueno atenderlos en cuanto abren la boca, por que yo creo que la mia se ha acostumbrado a eso y ahora pide todo lloriqueando…

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    • Atención Temprana y Estimulación dijo:

      Yo creo que atenderlos debemos hacerlo siempre. Si llora y no tiene otro modo de pedir las cosas podemos decirle cómo hacerlo, dándole ejemplo y explicándole cómo. Además podemos darles apoyo emocional a través de abrazos y contención. Es importante dar ejemplo y no frustrarnos, mostrando paciencia y herramientas. Un abrazo

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  2. María dijo:

    Lo peor que nos ha pasado a nosotros desde que nació es que, como padres, pretendíamos eso: no dejarlo llorar desconsoladamente para que no se sintiera ignorado y desatendido, pero, una vez empezamos en el servicio de «atención temprana», creo que de nada sirven nuestros principios educativos si allí no los podemos respetar. Por un problema, en principio de contractura muscular en el cuello, tuvo que acudir a este servicio y allí lo teníamos (y tenemos) que dejar llorar desconsolado hasta ahogarse y caer rendido sin poder intervenir con nuestros brazos mientras vemos impasibles cómo nos suplica ayuda con la mirada. Esta situación lleva así durante 7 meses y ahora debe ir varios días por semana a este servicio. Me pregunto si esto no tendrá una repercusión psicológica a corto, medio y largo plazo. por una parte, se nos insta a los padres y madres a atender el llanto del bebé, pero, ahora bien, cuando son los profesionales los que intervienen, entonces ya cambia el discurso: «no pasa por que llore».

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