12 Regalos para sorprender

Con la llegada de las Navidades, empezamos a buscar los regalos perfectos, tanto para unos como para otros.

Yo no dejo de buscar cosas nuevas, que me ilusionen, me gusten y sorprendan y encanten a los demás.

No todo vale a la hora de regalar a los peques, y sobre todo hay que buscar seguridad, calidad, creatividad y posibilidades de juego. Materiales que fomenten la imaginación, la participación de niño y su desarrollo cerebral. Que le involucren en el juego y en lo que todo este proceso supone. Porque la principal tarea del niño es JUGAR.

Por eso hoy os quiero mostrar una selección que me ha encantado y veo generoso compartir con vosotros:

PARA LOS ARTISTAS:

Xilófono, de color mint, con el que poder estimular el gust por la música, la composición de melodías, el ritmo, los contrastes entre música y silencio, las notas musicales, la coordinación óculo-manual a la hora de emplear las baquetas sobre el instrumento.
Ceras para peques, súper chulas, perfectas para agarrar por las pequeñas manos, estimulando la prensión, la pinza tridigital, el aprendizaje de los colores y la creatividad. Me parecen geniales para peques a partir de 12 meses.

PARA LOS MANITAS:

Una caja de herramientas completísima, hecha en madera, en blanco y negro, con todo tipo de detalles: sierra, llave inglesa, tornillos, martillo, destornillador.. Para aquellos peques curiosos que están ansiosos de juego funcional y simbólico, de representación y profesiones.

PARA LOS MÁS CURIOSOS:

El mapa magnético del mundo. Para mí un imprescindible con un montón de posibilidades, lleno de imágenes y detalles. Sin duda un buen regalo, tanto para aprender como para curiosear. Ademas podemos emplearlo para señalar aquellos sitios que hemos visitado, que queremos conocer o que hemos aprendido en el colegio.

PARA LOS QUE DISFRUTAN PENSANDO:

Estas construcciones son ideales, ¿no os recuerdan a unas que había cuando éramos pequeños? Estoy hablando de mínimo hace 25 años, pero es verdad que a mí me traen recuerdos de mi infancia. Son geniales para construir lo que queramos, todo aquello que imaginemos. Estimulan la creatividad, la construcción, la capacidad de abstracción… Hay varios tamaños, colores y cantidades.
Clasificación de colores. Un juego perfecto para potenciar la motricidad fina y la capacidad de asociación y emparejamiento. El peque debe poner cada bolita en el espacio del color correspondiente, llevándola con el puntero imantado. Un juego de precisión, atencion y concentración.

PARA LOS MÁS PEQUEÑOS:

Mordedores de estrellas. Me parecen preciosos además de que al ser de silicona orgánica, y tener estas formas puntiagudas, hacen que sen geniales para aliviar los dolores de boca de los más peques. También son perfectos para la etapa en la que disfrutan llevándoselo todo a la boca, en torno a los 3-12 meses. Son muy higiénicos.
Sonajero de Grimms. Me encanta! Si tuviera que elegir una única cosa, esta sería de mis primeras opciones, ya que lo tiene todo para que sea un juguete perfecto para mí: es de madera, con colores llamativos, perfecto para agarrar por las manos de los más peques, favorece el agarre en línea media con ambas manos y la prensión con una sola mano, la coordinación óculo-manual y la precisión de movimientos.
Palo de lluvia, que podemos emplear como sonajero, como instrumento musical, como objeto causa-efecto, para hacerlo rodar, etc. Un básico que no falta en ninguna de mis sesiones con peques.

PARA JUGAR A SER MAYORES:

Set de frutas para cortar, de madera. Con el que trabajar la motricidad fina, la fuera en las manos, la precisión y la coordinación óculo-manual. La atención y la permanencia en una misma actividad. Además potenciando el juego de roles, el juego simbólico, de representación. Con este tipo de materiales se desarrolla la imagincaión, la capacidad de empatizar y ponerse en el lugar del otro.
Portabebés, como el de verdad. Un portabebés exacto al de los mayores, para llevar a los muñecos. Perfecto para aquellos peques que deseen llevar a sus bebés a todas partes, como lo hacen mamá y papá. Es una preciosidad, ¿no os parece? Les hará ponerse en la piel del adulto, empatizando con su bebé, sintiéndose padres o madres…

PARA LOS MÁS ACTIVOS:

La concha más divertida! Esta concha es un material estupendo para trabajar la integración sensorial, el sistema vestibular, el equilibrio, el movimiento, la coordinación de movimientos, la imaginación, la creatividad y mucho más. Se puede emplear para rodar sentados sobre ella, para meter y sacar objetos, para subirnos encima, para emplearla en el agua, en la nieve, en la arena… Tiene un millón de posibilidades y sirve para peques desde dos años en adelante.