Hay juguetes que en cuanto los veo sé que van a gustarme, que van a ser funcionales y van a dar mucho juego, valga la redundancia. Y esto es lo que me ha sucedido con Kubus.

Kubus es un juguete de madera. Uno de esos materiales que me vuelve loca y que siempre voy buscando en los objetos con los que trabajo. Soy una loca de la madera, sí! Me parece que este material proporciona grandes sensaciones táctiles al niño además de ser resistente y natural.

Kubus se compone de cuatro cubos y de fichas de referencia, que le marcan un patrón para copiar con los cubos.Se trata de un rompecabezas con el que el niño trabajará varias capacidades:

– La manipulación: el peque tiene que coger con sus manos los cubos para colocarlos de la manera adecuada, girarlos, emplear la prensión palmar y la precisión de movimientos.
– La coordinación oculo-manual: el peque coge con su mano aquello que mira y comprueba con su mirada que sigue el patrón que la ficha de referencia le marca. – La imitación: el niño debe imitar el patrón de la imagen de referencia con los cuatro cubos, girándolos y comprobando que están bien colocados, tal y como la ficha muestra.
– La atención: esta habilidad es imprescindible en este juego. El niño debe estar atento y mirar lo que hace con sus manos, siendo constante y paciente mientras trabaja por intentar copiar el patrón de cada ficha.– Las habilidades espaciales: este aspecto se verá potenciado a lo largo de toda la infancia y no se terminará de madurar hasta más allá de los diez años de edad, pero es importante que vayamos trabajándolo con juegos de este tipo.
– La capacidad de abstracción: jugar, crear, imaginar es esencial para desarrollar el área creativa y de representación, con Kubus el peque crea formas, dibujos y patrones a partir de una imagen. Tiene que construir de lo abstracto a lo concreto. El área cognitivo manipulativa se ve muy desarrollada con juegos de este tipo como puzzles y rompecabezas.
– Hace que el peque razone y piense. Activa el procesamiento cerebral del niño, ya que tiene que colocar e imitar una forma con cuatro cubos, de seis caras cada uno, con posibilidad de colocarse de cuatro modos distintos, lo cual permite muchas maneras de estructurarse.– Se favorece la adquisición de colores y formas, mediante las figuras que vienen en las tarjetas y en los cubos.
– El juego individual o en pareja por turnos. Es un juego que permite que el niño juegue tanto solo como en pareja. Incluso podemos jugar en grupo, tratando de copiar la ficha lo antes posible, midiendo los tiempos, por ejemplo.
Cuando un peque juega de manera individual le permite controlar sus tiempos, organizar el juego, seguir un ritmo y sus propias normas, favoreciendo su autonomía personal.
– El tamaño de este material es perfecto para llevar de viaje o transportar cuando vamos a comer fuera o a pasar la tarde a casa de los abuelos. Es un juego que no ocupa nada y permite disfrutar durante mucho rato.

Kubus está pensado para niños de 2-3 años en adelante. Las figuras más sencillas podrán ser imitadas por peques de dos o tres años y algunas más complejas, será necesario que el niño tenga más de tres años para realizarlas.En sesión nosotros también hemos jugado a dibujar las mismas figuras sobre papel y a elaborar nuevas posibilidades de imitación, componiendo figuras nuevas con los cubos y sus piezas.

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Si tenéis este juguete y disfrutáis de él de algún otro modo, no dudéis en dejarlo en los comentarios y compartirlo con todos.