La importancia de la despedida

Ya sabemos que a ninguno le suele gustar despedirse de alguien al que quiere. En alguna ocasión ya he comentado algo sobre este tema pero hoy me gustaría profundizar más.

Cuando tenemos que despedirnos de nuestro bebé o nuestro niño o niña para ir a trabajar o para separarnos un rato por el motivo que sea, a veces se hace costoso, ya porque le cueste a los padres o porque el niño ya sea consciente de lo que esto supone y lo sufra y muestre o porque les cueste a ambos.

En muchas ocasiones las familias esperan a que los niños estén dormidos o despistados para dejarles con el cuidador, el familiar o en la guardería y así poder irse sin vivir esa experiencia de separación tan difícil y costosa. Desde mi conocimiento y experiencia profesional aconsejo que esto no se haga, ya que los niños en ese momento preciso no sufren por la despedida ya que no son conscientes de la separación que se está dando pero al despertarse o situarse estarán confusos, desorientados y sin saber dónde están sus padres, los que le dejaron durmiendo o jugando un rato.

Su sentimiento es el de angustia, miedo, engaño o enfado, y aunque no veamos lo que sienten, lo sufren igual pero no estamos con ellos para explicarles lo sucedido, darles consuelo y acompañar su emoción.temp

Lo mismo debemos tener en cuenta si vamos a dejar al pequeño en un cumple y le hemos dicho que nos quedaremos esperándole fuera o si le llevamos a algún sitio y de repente desaparecemos en cuanto él se despista. Debemos cumplir lo prometido.

El niño o la niña vive este tipo de «engaños» con mucha inseguridad, desorientado, angustiado por lo que está pasando, ya que se acostó o se despistó jugando y estaba con sus padres y al ratito sin explicación alguna ya no estaban y se encuentra con otras personas diferentes y sin saber medir el tiempo ni comprender qué ha sucedido.

Por todo ello los niños y niñas se angustian tanto, porque no son capaces de comprender que papá y mamá van a volver aunque se hayan ido, no miden el tiempo y esto les angustia e intranquiliza. Siente abandono.

Si por el contrario, los padres anticipan la situación y explican cuánto rato van a estar fuera (por ejemplo: volveremos a la hora de merendar, a la hora de bañarte, después de los dibujos o cualquier otra cosa que oriente al niño en el tiempo), el pequeño estará más calmado y podrá aprender a separarse de sus padres sin angustia y confiando en ellos.

Por lo tanto la despedida es muy importante. Desde el nacimiento debemos hacerlo correctamente y despedirnos de nuestros hijos e hijas cuando vayamos a separarnos un rato de ellos, sin inventar excusas y tratando de anticiparles así lo que va a suceder. Fomentando un vínculo seguro y sano entre ambos. Haciendo que el niño confíe en sus padres y sea cada vez más consciente de la realidad, sin mentiras.

Las despedidas también pueden realizarse anticipando la siguiente bienvenida, es decir, diciéndole al peque lo que haremos al volver a vernos, las ganas que tendremos de que nos cuente lo que hizo mientras no estábamos juntos, de jugar a la vuelta… Así fomentaremos que no sea tan costosa la manera de despedirnos y el niño comprenderá que esta separación es un «hasta luego» y no un «adiós».

Espero haberos ayudado con este hito tan significativo en el desarrollo de nuestros peques.

Y tu, ¿te despides de tu peque? ¿le anticipas que volverás en un rato? ¿crees importante el hecho de despedirte?

5 comentarios en “La importancia de la despedida

    • Atención Temprana y Estimulación dijo:

      Muchísimas gracias! Qué alegría me da!
      Pues yo trataría de hacerle un horario, explicándole con dibujos o fotos que cuando se despierte no estás y que sí estarás después de comer, por ejemplo. Diciéndole cuando no estás y cuando sí. Para que sea más fácil de entender. También depende de la edad de la peque. Un abrazo

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  1. Olga dijo:

    Estoy totalmente de acuerdo y así trato de hacerlo. Es verdad que alguna vez me he escapado a hurtadillas a comprar algo o a bajar la basura y al volver me he encontrado a mi hija golpeando la puerta y llorando, así que dejé de hacerlo. Mi hija tiene dos años y medio. A los familiares les digo siempre que se despidan antes de irse, (vivimos fuera y pasan temporadas sin vernos es decir que no vuelven a casa todos los dias) que yo le explico que se tienen que ir y ya otro día vuelven, que si no luego la.niña no lo entiende, pero se ve que algunos tienen como costumbre o piensan que es mejor irse cuando esta dormida que así no llora, pero no es así, no entienden que es normal que esté triste si se van, pero es que la niña en vez de llorar lo que hacia era buscarlos justo al despertar y a ver como le explicaba yo que se habían ido, me decía que no y los buscaba por toda la casa, después de varias veces, la niña no mostraba interés y no quería hablar con ellos por teléfono. Sin embargo, con los familiares que si me han hecho caso y se han despedido, tenemos que ir hasta el ascensor, pues la niña en ocasiones ha llorado luego, he llorado hasta yo, creo que es algo normal, pero luego está deseando llamarlos por telefono, que vuelvan, y ya cuando se despiden sabe lo que hay, no le gusta pero creo que es lo correcto. Igual con su padre cuando se va a trabajar, tiene que darle un beso sino sale corriendo a la puerta y además le dice que también me de un beso a mi y ahora, desde hace cuatro meses, al bebé. Yo en poco me vuelvo a incorporar al trabajo y sufro de pensar en correr por la mañana para dejarlos en la guarde. Ahora ella sigue yendo a la guarde pero la llevo después de desayunar y sin prisas, la verdad no se cómo lo voy a hacer. Algún consejo. Gracias

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